Origen de Alohaima
Somos Esme y Juanma, buscadores de un lugar, un espacio, un momento. Un día, llegaron Lucas, Mateo y Julia. Para ellos, también es ese lugar, ese espacio y esos momentos.... momentos que compartimos cada día, en la quietud de la naturaleza, en la complicidad de nuestras sonrisas y en los pequeños grandes descubrimientos de la vida.
Veníamos de pueblos diferentes, de rincones diferentes, pero atraídos por una pasión común: la naturaleza, la ecología y los animales... luego vinieron los años de estudiarlos en la Universidad y allí, en parte, perdimos la inocencia y vimos la realidad de las normas, las políticas, las auditorías y las Evaluaciones de Impacto en las que toda agresión a la naturaleza puede ser justificable... lo mejor de aquellos años es que allí nos conocimos.
Y así, Alohaima nació de un sueño compartido, de un anhelo profundo de volver a lo esencial, de vivir en armonía con lo que realmente importa.

Primeros pasos
Luego llegó la conexión entre lo que éramos y a donde queríamos ir ¿por qué no intentar producir alimentos a la vez que cuidábamos la naturaleza? Y comenzó un camino lleno de descubrimientos y aprendizajes colectivos, como los vividos con Cardillos y Collejas, con Carpoperas y con Los Marjales.
Siempre enredados con gentes creando proyectos, ideas, vínculos y comunidades. En ese enredo de trabajo y sueños, surgió la Asociación El Vergel de la Vega, un paso más en nuestra historia, con la que hemos seguido evolucionando hasta lo que somos ahora, Cooperativa Agroecológica Valle y Vega, un proyecto que sigue creciendo, con el compromiso de cuidar la tierra y ofrecer productos respetuosos, sanos y sostenibles.
A lo largo de este camino, seguimos aprendiendo,
avanzando y soñando, con la convicción de que, al cuidar del entorno que nos rodea, estamos contribuyendo a la creación de un futuro más sostenible, para nosotros y para las generaciones futuras. Porque en cada semilla que plantamos, en cada paso que damos, estamos construyendo algo mucho más grande que nosotros mismos.

Alohaima es...
Gaia
No debería existir una naturaleza y una humanidad
peparadas, al menos pensando en nuestro propio interés.
Abastece
El intercambio constante de energía y materia con la naturaleza nos permite... vivir, sentir y soñar.
Somos
Lo que somos y lo que hacemos, mirando al pasado para aprender y al futuro para soñar.
Enredos
Soñamos nuevos espacios sin saber cuántos se harán realidad. Imaginar y enredar nos llena de ilusión.
Será posible...?
¿Sería posible soñar y hacer una Alohaima diferente dejando atrás una mirada fragmentada y reduccionista de lo que hemos aprendido y vivido?
¿Sería posible soñar, pensar y actuar de forma sistémica y global utilizando como “referencia” a la madre naturaleza?
Intentémoslo partiendo de cuantas más y diversas miradas mejor:

Retornos
En Alohaima nos gustaría
compartir contigo los cuatro retornos:
el retorno de la inspiración,
los retornos para el resto
de la sociedad,
el retorno económico y el
retorno natural.

Permacultura
Investigar y aprender a diseñar
las acciones en Alohaima imitando los patrones
y las relaciones con la naturaleza,
y favorecer el suministro de
alimentos, fibras y energía
abundantes.

Servicios Ecosistémicos
Vivir en y de Alohaima, cuidando, respetando y
aprovechando los beneficios que los
ecosistemas aportan a la sociedad,
impulsando la salud, la economía
y la calidad de vida.